¿Por qué es más difícil restar que sumar ? Esta es una pregunta que ha desafiado a pedagogos y psicólogos durante mucho tiempo. Según las investigaciones de Catherine Thevenot, especialista en psicología del aprendizaje, la dificultad para restar proviene de la enseñanza de los números en orden ascendente. Desde la escuela, los niños tienden a realizar adiciones invertidas en lugar de auténticas sustracciones. En este artículo, analizaremos varias razones por las cuales la sustracción puede ser más compleja que la adición y sugeriremos algunas estrategias para facilitar el aprendizaje de esta operación aritmética fundamental.
Las bases cognitivas del cálculo: suma vs resta
El aprendizaje de los números en orden ascendente
Según Thevenot, una de las principales explicaciones de por qué es más difícil restar que sumar tiene que ver con cómo se nos enseña a contar desde temprana edad. Aprendemos nuestros números en un orden ascendente: 1, 2, 3… Esto significa que estamos naturalmente más cómodos añadiendo cantidades que disminuyéndolas. Este hecho pone en evidencia lo arraigado que está en nuestra cognición el método ascendente.
Las operaciones matemáticas intuitivas
Fue demostrado ya en los años 90 que agregar o quitar una figura frente a bebés desencadena la misma reacción, subrayando la intuición tanto para sumar como para restar. Sin embargo, parece que varios factores, como la verbalización de los números en orden ascendente y los programas escolares que acentúan más la suma, favorecen esta última operación.
Después de analizar las bases cognitivas del cálculo, es evidente que hay diferencias entre cómo percibimos las sumas y las restas. Ahora, veamos cómo estos mecanismos psicológicos pueden influir aún más en nuestra capacidad para realizar estas operaciones matemáticas.
Los mecanismos psicológicos diferenciando la suma de la resta
La facilidad cognitiva de sumar
Es interesante notar cómo los mecanismos cognitivos pueden hacer que uno prefiera intuitivamente sumar en lugar de restar. Por ejemplo, para resolver la operación (-13) – (-9), se tiende a reemplazar (-9) por (9) para obtener (-4), lo que en realidad equivale a una adición. En cambio, para sumar simplemente se agregan dos cantidades. Esto demuestra cuánto el cerebro prefiere el camino fácil, es decir, sumar.
El impacto del lenguaje y la cultura en nuestras habilidades matemáticas
Ciertamente, el aprendizaje de las matemáticas no está exento de factores culturales y lingüísticos. Nuestro sistema numeral basado en decenas y nuestra tendencia a contar en orden ascendente son solo algunos ejemplos de cómo nuestro entorno cultural puede sesgar nuestras habilidades matemáticas hacia la suma.
Ahora bien, si nuestra preferencia por sumar está tan arraigada, ¿cómo se refleja esto en la forma en que aprendemos matemáticas en la escuela ?
El aprendizaje favorecido de la suma en el sistema educativo
La enseñanza tradicional de las operaciones matemáticas
En muchos sistemas educativos, existe una tendencia a enfocarse más en la enseñanza de la suma. Esto puede influir aún más en nuestra predisposición hacia esta operación. También es común encontrar que los problemas matemáticos presentados a los niños a menudo implican adiciones, reforzando aún más esta tendencia.
La metodología de Singapur: un ejemplo innovador
Un método interesante es la metodología de Singapur, famoso por su eficacia en enseñar matemáticas a niños pequeños. Este método pone énfasis en entender los conceptos antes que memorizar las operaciones, lo cual puede ayudar a eliminar el sesgo hacia la suma y facilitar el aprendizaje de otras operaciones como la resta.
Teniendo en cuenta esta información, es evidente que necesitamos estrategias pedagógicas para contrarrestar este sesgo inherente hacia sumar.
La complejidad intrínseca de la resta para nuestro cerebro
La naturaleza contra-intuitiva de restar
A diferencia de sumar, restar no parece ser una acción natural para nuestro cerebro. Cuando nos enfrentamos a una resta, nuestro primer instinto puede ser intentar transformarlo en una suma. Esto ilustra por qué la resta puede ser percibida como una operación aritmética más compleja.
La importancia de la práctica y el aprendizaje repetitivo
Para superar estos desafíos, es fundamental practicar y repetir las restas regularmente. Al igual que con cualquier habilidad nueva, cuanto más practicamos, más fácil se vuelve. Esta constante exposición a la resta puede ayudar a mitigar el sesgo hacia sumar.
Ahora que entendemos mejor por qué nuestro cerebro tiende a resistirse a restar, veamos algunas estrategias pedagógicas para facilitar su comprensión.
Estrategias pedagógicas para facilitar la comprensión de la resta
Variación en actividades matemáticas desde temprana edad
Se recomienda fomentar diversas actividades desde preescolar para fortalecer las habilidades numéricas. Por ejemplo, recitar la rima numérica al revés o resolver pequeños problemas de anticipación pueden ser excelentes maneras de introducir el concepto de resta desde una temprana edad.
Herramientas visuales y manipulativas
Otra técnica efectiva es usar herramientas visuales y manipulativas para enseñar conceptos matemáticos. Permite a los estudiantes ver físicamente lo que está sucediendo cuando restan números, lo cual puede ayudarles a entender el proceso.
Teniendo en cuenta estas estrategias pedagógicas, ¿cuáles son algunos errores comunes que los niños suelen hacer durante su aprendizaje ?
Los errores frecuentes durante el aprendizaje de las operaciones matemáticas
Las adiciones invertidas en lugar de restas verdaderas
Como mencionamos anteriormente, los niños tienden a realizar adiciones invertidas en lugar de auténticas sustracciones. Es importante corregir este error temprano para evitar que se convierta en un hábito arraigado.
La confusión entre sumar y restar
Otro error común es la confusión entre sumar y restar. Algunos niños pueden tener dificultades para distinguir cuándo deben usar cada operación, especialmente si no han tenido suficiente exposición a la resta.
Finalmente, ¿qué herramientas visuales y prácticas podemos utilizar para mejorar nuestra capacidad para restar ?
Desarrollar herramientas visuales y prácticas para mejor restar
Herramientas didácticas concretas
El uso de herramientas didácticas concretas puede ser muy útil para enseñar a los niños a restar. Estos pueden incluir bloques de construcción, contadores o fichas que permiten a los niños ver visualmente lo que significa restar.
Juegos y actividades interactivas
Otra estrategia efectiva es incorporar juegos y actividades interactivas que incluyen la resta. Esto puede hacer que el aprendizaje sea más divertido y motivador para los niños, al tiempo que les proporciona una valiosa práctica en esta operación aritmética.
A lo largo del artículo, hemos explorado varias razones por las que puede ser más difícil restar que sumar y hemos sugerido algunas estrategias para facilitar el aprendizaje de la resta. En resumen, aunque la sustracción puede ser más desafiante debido a nuestra tendencia natural a contar en orden ascendente y a los sesgos en nuestro sistema educativo, existen técnicas efectivas para ayudar a los niños a superar estos obstáculos.
No hay duda de que restar es una habilidad fundamental que todos necesitamos dominar. Con las estrategias adecuadas y un poco de paciencia, cada niño puede aprender a restar con confianza y precisión.
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